El Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático (MOCICC), designado como el punto focal de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles en Latinoamérica, participó el 11 y 12 de abril en la reunión estratégica de aliados de la región en Bogotá, Colombia. En este encuentro, representantes de América Latina abordaron los elementos principales de la estrategia que será abordada por el equipo en la región durante el periodo 2024-2025.
Desde el MOCICC se resaltó la importancia de declarar la Amazonía como una zona libre de explotación de combustibles fósiles, como petróleo y gas. Esta medida permitiría crear un marco para detener la expansión de nuevos yacimientos en este territorio, teniendo en cuenta que cerca de una tercera parte de la Amazonía peruana se superpone con áreas de explotación petrolera. Además, la explotación de combustibles fósiles en esta región tiene un impacto negativo en los territorios, que se convierten en zonas de sacrificio y afectan a la población local, especialmente a los pueblos indígenas.
En esa línea, Augusto Duran, coordinador para América Latina de la Iniciativa hizo hincapié en que la transición energética debe realizarse de manera justa, pero con un carácter popular para que ningún trabajador, comunidad o país se quede atrás.”Es necesario que la transición energética no solo sea justa, sino también popular y soberana, para hacer frente a la narrativa hegemónica de quienes quieren imponer una transición pensada en el capital sobre la vida”, señaló.
Adicionalmente, en el encuentro se acordó trabajar directamente con las agendas territoriales que las organizaciones indígenas y sociales vienen llevando a cabo en América Latina y el Caribe frente a la explotación de gas, petróleo y carbón. Esto, tomando como referencia el trabajo de las organizaciones de Ecuador y Colombia, así como las nueve naciones indígenas amazónicas de Perú, quienes han avanzado en acciones y propuestas hacia la eliminación de los combustibles fósiles en sus territorios.
De esta manera, la campaña global para un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles toma un punto de inflexión en la construcción de propuestas de política climática internacional, respondiendo a los pedidos y necesidades de las organizaciones y movimientos de base, quienes tienen la posibilidad de poder incluir sus demandas en acuerdos internacionales de la más alta diplomacia.
Finalmente, se abordó la necesidad de hacer un llamado para dejar el modelo extractivista que representa la industria de combustibles fósiles, que ha desencadenado una cadena de destrucción que afecta tanto a los recursos naturales como a los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, campesinos, pescadores de zonas marinocsoteras y afrodescendientes. En ese sentido, se remarcó en la importancia de construir una visión que priorice los derechos y la soberanía de estas comunidades, fortaleciendo su participación en la toma de decisiones y generando alternativas de desarrollo económico local en armonía con la naturaleza.
Iniciativa para un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles
Es una iniciativa global para eliminar de forma rápida, justa y permanente los combustibles fósiles y promover una transición justa. Los combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas son responsables del 86% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, es urgente avanzar hacia la eliminación de su producción y avanzar rápidamente hacia soluciones más seguras y rentables.
La Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles viene impulsando la cooperación internacional para complementar las disposiciones del Acuerdo de París para mantener el límite climático acordado de 1,5°C. A nivel de Latinoamérica la iniciativa es promovida por el MOCICC de la mano de organizaciones indígenas y de la sociedad civil.
