El miércoles 10 de junio, el MOCICC realizó la entrevista “Impacto de la actividad petrolera en el Perú y la Amazonía”, con Antonio Zambrano, coordinador nacional del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC, y Mario Zuñiga, antropólogo y miembro del equipo técnico de la Plataforma – PUINAMUDT.
Zambrano explicó que la concentración de la energía en ciertas sustancias, en específico combustibles fósiles, y su uso para la vida diaria, ha definido los últimos dos siglos de la humanidad. Al punto que antes de la crisis global el ser humano quemaba al día 99 millones de barriles de petróleo.
En Perú, la energía basada en fuentes fósiles se basa en petróleo, gas e hidroeléctricas. “La discusión actual a nivel mundial es como y cuando vamos a dejar el petróleo y el gas bajo tierra”, señaló Zambrano e indicó que en esta etapa el Estado debe ver cómo transforma su visión frente a sus fuentes de energía.
“Estamos en una crisis sanitaria y de producción, debemos cerrar el Oleoducto Nor Peruano y con los subsidios que se da a las empresas que extraen petróleo, subsidiar el desarrollo nacional en otra dirección. Pues la promesa de desarrollo no se cumplió para todos”, añadió.
DISCURSOS PETROLEROS
Por su parte Mario Zúñiga adelantó las conclusiones del libro “La sombra del petróleo: Informe de los derrames petroleros en la Amazonía peruana entre el 2000 y el 2019”, del cual es autor junto con Aymara León. El informe fue realizado como parte del trabajo del Subgrupo de Derrames de petrólero de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos – CNDDHH.
Explicó que el documento, que saldrá a fines de mes, gira en torno al análisis de los discursos del sector petrolero sobre beneficios, nuevas tecnologías y responsabilidades que existen en los derrames petroleros; y sobre lo que significa la actividad petrolera frente a la visión de los pueblos indígenas en la Amazonía.
“En una primera época el discurso sobre el petróleo era del beneficio absoluto, incluso en gobiernos de izquierda; ese discurso se choca con la realidad en el Baguazo y pasamos al discurso del petroleo sustentable y ambiental; incluso crítico sobre la propia actividad”, explió Zúñiga.
Sin embargo, el antropólogo señala que no existe correlación entre normativa e instrumentos de gestión ambiental, estándares de calidad, y la facilitación de la actividad en los territorios. “Es un doble discurso instalado”, añade.
El informe fue realizado con datos recogidos por instancias estatales y donde se evidencia la gran responsabilidad de las empresas petroleras en los derrames petroleros; pese al discurso establecido por estas sobre la influencia de terceros o de comunidades que “no tienen sustento judicial, pero se infla mediáticamente”, indicó.
IMPACTOS TERRITORIALES Y NUEVO CONTRATO SOCIAL
De otro lado, explicó que la Amazonía es afectada por la actividad petrolera no solo por los derrames de petróleo, sino también por pasivos ambientales y sitios impactados. “En zonas donde hay monitoreo independientes encuentras que hay más de 2000 sitios”, señala y añade que en los últimos diez años se han tenido hasta 424 derrames de petróleo.
Señaló que se recomienda fortalecer la fiscalización ambiental para que la entidad fiscalizadora y sancionadora pueda realmente cumplir con la protección del ambiente y salud de las poblaciones amazónicas.
“Se necesita reformular el contrato social para identificar la institucionalidad ambiental que puede modificarse, si no lo hacemos vamos a ir avanzando muy lento”, indicó con respecto a la necesidad de nueva normativa que posibilite la garantía de derechos ambientales e indígenas. Señalo que la Ley de hidrocarburos busca reducir las posibilidades de generar cambios y mejorar los estándares, ambientales, sociales, culturales. Y advirtió que la pandemia posibilita un escenario es un escenario propicio para que los lobbies se realicen a puertas cerradas en desmedro de todos y todas.
Puedes ver la entrevista completa AQUÍ.
Puedes leer el informe Petróleo con coronavirus aquí: https://cutt.ly/muww4na