Del 3 al 5 de abril el MOCICC, el Centro Loyola Ayacucho y el Instituto Bartolomé de las Casas se dieron cita en Ayacucho para compartir conceptos y enfoques de trabajo de experiencias según las problemáticas y matices propias de cada región. Así, desde la búsqueda de puntos comunes en el trabajo barrial-comunitario en agroecología para hacerle frente al cambio climático, se conoció la importancia de la reducción de la huella de carbono al incorporar la agroecología dado que la emergencia climática amenaza la seguridad alimentaria, es urgente fortalecer la agricultura familiar, barrial con el objetivo de producir alimentos de manera sostenible e incorporar buenas prácticas en el cultivo, así como la promoción de modos de consumo justos, sostenibles y solidarios.
El MOCICC, el Centro Loyola Ayacucho, La Lombriz Feliz, el Instituto de Desarrollo Urbano – CENCA y la Plataforma de Agricultura Urbana de Lima (PAUL) compartieron sus experiencias en activismo, incidencia y políticas públicas alrededor de la defensa ambiental para el involucramiento de más personas y el incremento de la conciencia colectiva alrededor del impacto del cambio climático. Se discutieron formas en las que las diferentes organizaciones podrían incorporar estos aprendizajes en la implementación de biohuertos y áreas verdes sostenibles con el uso de abonos ecológicos y de fuentes de energía renovable, así como la implementación de sistemas de garantía participativo y la defensa de defensoras y defensores ambientales.
Para culminar el I Intercambio de Experiencias en Agroecología Lima-Ayacucho desarrollado como parte de los objetivos del Proyecto ‘Agroecología, pilar de una transición ecológica y social – APTES’, se realizó de forma conjunta una alfombra floral con el lema que convocó el Intercambio: ‘Resistencia agroecológica desde los barrios’.