Panelistas internacionales proponen medidas para evitar que líquido vital se agote en cuatro décadas
Sin agua, no hay vida. Por ello, expertos internacionales proponen que la población apoye económicamente la denominada “retribución de servicios eco-sistémicos” para prevenir que el recurso hídrico se exiga en los próximos 40 años.
El mecanismo consiste en que las empresas a cargo de los servicios de agua potable acumulen reservas a través de un pequeño incremento en sus tarifas. El dinero recaudado con el alza servirá para ejecutar proyectos de conservación de las cuencas hidrográficas, bajo la supervisión de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS).
“No es un pago por el servicio; es un pago por la acción humana que ayuda al servicio”, precisó Stefano Pagiola, economista ambiental (EE.UU.) durante su exposición en el II foro internacional “Retribución por servicios Eco-Sistémicos y regulación de servicios de saneamiento en el Perú”, inaugurado esta mañana por Milton Von Hesse, titular del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
Cabe indicar que SUNASS lidera actualmente cinco proyectos de retribución por servicios eco–sistémicos en las microcuencas Mishquiyacu, Rumiyacu y Almendra (Moyobamba – San Martín); la Laguna Piuray (Chinchero – Cusco); la Laguna Rontococha (Abancay – Apurímac); la Microcuenca Tilacancha (Chachapoyas – Amazonas); y el Nevado Huaytapallana (Huancayo – Junín),
A su vez, Constantino Sallo, vicepresidente del Comité de Gestión de la Microcuenca de Cusco, pidió que se apruebe cuanto antes la ley para la conservación de las cabeceras de cuenca, a fin de garantizar un manejo sostenible de dichos recursos naturales.
La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) lidera actualmente cinco proyectos de retribución por servicios eco – sistémicos en las Microcuencas Mishquiyacu, Rumiyacu y Almendra (Moyobamba – San Martín); la Laguna Piuray (Chinchero – Cusco); la Laguna Rontococha (Abancay – Apurímac); la Microcuenca Tilacancha (Chachapoyas – Amazonas); y el Nevado Huaytapallana (Huancayo – Junín),
Sunass se convierte así en el primer Regulador del agua en Latinoamérica en ejecutar mecanismos para cuidar las fuentes de agua.
“Si las fuentes de agua no son preservadas, el stock de agua podría acabarse en los próximos 40 años, más aún, si se tiene en cuenta que el Perú es el tercer país más vulnerable al cambio climático a nivel mundial”, señaló en su nota.