Noticia de 20minutos.es
Se predice que el cambio climático reducirá los rendimientos de los cultivos y el valor nutricional, además de ampliar los rangos de insectos que se propagan por la enfermedad. Sin embargo, no se habían estudiado anteriormente los efectos de las olas de calor sobre la inmunidad a la gripe. Según una nueva investigación en ratones de la Universidad de Tokio (Japón), las olas de calor pueden reducir la respuesta inmune del cuerpo a la gripe. Los resultados tienen implicaciones sobre cómo el cambio climático puede afectar al futuro de las vacunas y la nutrición.
Los científicos investigaron cómo las altas temperaturas afectan a los ratones infectados con el virus de la gripe. Su virus sobrevive mejor en aire seco y frío, por lo que generalmente infecta a más personas en invierno. Pero esta vez querían ver cómo responde el cuerpo después de la infección. Los científicos alojaron a ratones hembras adultas jóvenes y saludables, ya sea a temperatura de frío de refrigerador (4 grados), temperatura ambiente (22 grados) o temperatura de la ola de calor (36 grados).
Cuando se infectó con la gripe, el sistema inmunológico de los ratones en las salas calientes no respondió con eficacia. Al contrario, los roedores expuestos al calor no tuvieron otros cambios significativos en su sistema inmunológico: presentaron reacciones normales a las vacunas contra la gripe inyectadas debajo de la piel. Además, las bacterias que viven en el intestino, que cada vez se consideran más importantes para la salud, se mantuvieron normales en los animales que estaban en cuartos calientes. En particular, los ratones expuestos a altas temperaturas comieron menos y perdieron el 10% de su peso corporal dentro de las 24 horas de haberse trasladado a las habitaciones calientes. Su peso se estabilizó el segundo día y luego los roedores se infectaron al respirar el virus de la gripe en vivo en su octavo día de exposición al calor. Los ratones que viven en temperaturas de ola de calor podrían tener una respuesta inmunitaria normal si los investigadores les proporcionaba nutrición complementaria antes y después de la infección.
Los científicos dieron a los ratones glucosa (azúcar) o ácidos grasos de cadena corta, sustancias químicas producidas naturalmente por bacterias intestinales. Cuánto afecta el calor al comportamiento del virus y de la vacuna “¿El sistema inmunológico no responde al virus de la gripe tal vez porque el calor cambia la expresión de los genes? ¿O tal vez porque los ratones no tienen suficientes nutrientes? Necesitamos hacer más experimentos para comprender estos detalles”, plantean los investigadores japoneses. Los resultados pueden arrojar luz sobre la desafortunada experiencia de enfermar nuevamente mientras te estás recuperando de una patología.
“Las personas a menudo pierden el apetito cuando se sienten enfermas. Si alguien deja de comer el tiempo suficiente para desarrollar un déficit nutricional, eso puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la probabilidad de enfermarse nuevamente”, señalan. Los científicos están planificando nuevas investigaciones para comprender mejor los efectos de la temperatura y la nutrición en el sistema inmunológico, incluidos experimentos con ratones obesos, inhibidores químicos de la muerte celular y diferentes niveles de humedad.
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