Ernesto Ráez: “La Amazonía está encogiéndose por el avance del comercio y la economía de la muerte”

Por: marioyaranga

Amazonía viva. El bioma amazónico cubre el 74% del territorio latinoamericano y el 60% del territorio peruano. Provee diversos servicios ecosistémicos y es el hogar de más de 400 pueblos indígenas que han habitado armónicamente con los bosques tropicales, durante milenios.

Conversamos con Ernesto Ráez, ecólogo, investigador interdisciplinario, educador y activista ambiental, autor del documento La Amazonía peruana y el cambio climático, sobre la necesidad de proteger la Amazonía e involucrarse desde espacios como la academia y las ciudades en su protección y preservación.

¿Por qué es importante la Amazonía para el planeta y para las ciudades?

El gran bioma amazónico, conocido fundamentalmente por sus bosques, contiene una gran parte del carbono que no está en la atmósfera sino en la biomasa, si ese carbono no estuviera en forma de seres vivos estaría en la atmósfera contribuyendo al calentamiento global. Una primera importancia de este bioma es que contiene una gran cantidad de carbono, no solo en los árboles sino en toda la diversidad. La otra cara de la moneda es que los seres vivos extraen el carbono de la atmósfera todo el tiempo.

Entonces, hay una doble importancia del bioma amazónico: como almacén de carbono y como máquina fijadora de carbono. Por otro lado, una gran parte del agua que circula en Latinoamérica y el mundo es movilizada por la el bosque amazónico. Si no hay agua, los organismos vivos no pueden prosperar, la fotosíntesis deja de funcionar, entonces, como bomba hidrológica, la Amazonía contribuye también a la máquina de fijar carbono que es en total la biosfera  toda.

Actualmente, ¿cuáles son los principales problemas que afectan a la Amazonía?

El principal problema de la Amazonía hoy en día es el avance de la deforestación. La pérdida de bosque que va acompañada con pérdida de fuentes de agua. Por un lado, avanza la agricultura de tumba y quema, la agroindustria reemplazando el bosque amazónico, y por otro la actividad extractivista – como petróleo o minería de oro – destruye activamente ecosistemas. En las zonas donde hay minería de oro, la zona queda totalmente devastada, ni siquiera es que una vegetación reemplaza a otra, sino que queda la arena muerta e intoxicada. Hemos visto la serie de derrames que se producen en las operaciones petroleras. Las aguas de producción que son aguas con gran cantidad de metales pesados y con temperaturas muy altas, han corrido por décadas hacia los ríos de la Amazonía matándolos también. La Amazonía está encogiéndose cada vez más por el avance del comercio y la economía de la muerte.

Ernesto Ráez: “La Amazonía está encogiéndose por el avance del comercio y la economía de la muerte”
Mapa Base. Hotspots de deforestación del 2018. Fuente: MAAP Project

 

En este panorama, ¿cuál es el rol que juegan los pueblos indígenas? ¿por qué es importante verlos en la Amazonía?

La Amazonía tal y como la conocemos es inimaginable sin la presencia de los pueblos indígenas. Han estado ahí por lo menos hace 3 mil años, probablemente más, utilizando el bosque, los ríos, las lagunas y transformándoles en el proceso. Cuando uno camina por la Amazonía, encuentra lugares que no tendrían el tipo de diversidad biológica que tienen, si no fuera porque en ellos vivieron y manipularon el bosque -en muchos casos incluso crearon bosque – pueblos indígenas.

Recientemente se ha demostrado que, en territorios controlados por pueblos indígenas en la Amazonía, la deforestación es mucho menor que en las tierras abiertas a cualquier postor y a cualquier actor privado. En esos lugares se acumula no solamente carbono y biodiversidad, sino también conocimiento ancestral. Muchas de las formas de usar la tierra de los pueblos indígenas y las actitudes hacia la tierra de los pueblos indígenas, nos pueden servir como ejemplo e inspiración para una nueva sociedad amazónica y global que camine no en contra de la naturaleza sino en el mismo sentido de ella.

¿Son suficientes las políticas que se están dando para preservar la Amazonía?

Las políticas en nuestro país para proteger el bosque y para reconocer los derechos ancestrales de los pueblos indígenas no son suficientes. La política nacional en general es muy contradictoria. Vivimos en un país de políticas esquizofrénicas, porque al mismo tiempo que creamos áreas naturales protegidas y que vamos titulando lentamente comunidades nativas, estamos estableciendo concesiones mineras o petroleras. Llegamos al extremo de otorgar una concesión de reforestación exactamente en el mismo trozo de tierra donde otro ministerio otorga una concesión minera.

Concretamente la política territorial de titulación de territorios colectivos a los pueblos indígenas es muy mala en el Perú. Solo se le reconoce a una comunidad nativa el trozo de tierra donde la gente vive y hace agricultura, y la gran extensión de bosque que la gente necesita para sobrevivir y que cuida no es titulada a la comunidad. El estado pervierte la idea de los derechos colectivos, porque en el caso de pueblos originarios el Estado no es un dador de derechos, sino que tiene la obligación de reconocerlos. Al no hacerlo, el resultado es que las comunidades nativas son de tamaños muy pequeños para ser económica y ecológicamente viables. 

¿Qué tan posible es una política de territorialidad integral en el Perú?

Es perfectamente posible en el Perú, esto no quiere decir que sea una panacea o que esté libre de dificultades en el camino. Resolvería problemas fundamentales que tiene la Amazonía hoy en día. Por ejemplo, estamos viendo que en los bosques que están bajo control relativo de los pueblos indígenas se saca madera de manera ilegal, muchas veces los madereros prefieren comprar a los indígenas que no requieren un plan o concesión, porque les sale más fácil.

Si hubiera gobiernos autónomos y territorios autónomos indígenas más amplios, donde el bosque también fuera propiedad indígena, tendríamos canales de gobierno mucho más sólidos para evitar esta depredación. Además, los pueblos originarios tienen el primer derecho de vivir ahí y de gestionar ese territorio. Habría dificultades y habría que dialogar, por ejemplo, sobre territorios compartidos por varias etnias. La comunidad nativa no es un invento indígena. Es un invento de la colonia posteriormente adoptado por la república. Antes de eso, los indígenas vivían mayormente en paz, en un espacio multiétnico. No es que no se pueda dar nuevamente, pero tenemos en cierto modo que redescubrir y reinventar la territorialidad del espacio amazónico.

Ernesto Ráez: “La Amazonía está encogiéndose por el avance del comercio y la economía de la muerte”
Asamblea del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis. / Foto: GTANW

¿Es suficiente legislar por país como hasta ahora se ha hecho o se tendría que ver a nivel regional?

La mayor parte del territorio peruano es amazónico, contiene a la vertiente del Atlántico y así ocurre con Colombia, Ecuador, Bolivia, entonces la primera falacia que necesitamos borrar de nuestras mentes es que la Amazonía es Brasil. La Amazonía son nueve países en buena cuenta. Es absolutamente imposible gestionarla adecuadamente si no hay colaboración regional. Es ideal hacer notar que este es un bioma de importancia global. Entonces, sin perder soberanía, sin necesidad de estar vendiendo la Amazonía, sí es importante tener una veeduría global y un apoyo global, dirigidos integralmente hacia la Amazonía y su conservación.

¿Cuál es el rol que tiene la academia peruana en relación a la Amazonía y su conservación?

En la academia peruana, lamentablemente, la Amazonía todavía sigue siendo un gran espacio vacío. Sabemos mucho de la Amazonía hoy en día, pero la mayor parte de ese conocimiento ha sido impulsado no por académicos peruanos o desde la academia peruana, sino por organizaciones de investigación del extranjero. En algunas ocasiones colaboramos los peruanos, pero en muchas ocasiones se trata de extranjeros, uno lee mucho en inglés cuando trata de aprender sobre la Amazonía peruana. El país entero vive de espaldas al 60% de su territorio. La Amazonía para muchas personas sigue siendo ese lugar remoto, exótico, distante, extraño, lleno de mitos y lleno de prejuicios. La academia peruana no ha hecho mayor esfuerzo para cambiar eso. No es el caso de Bolivia, Colombia o Brasil, donde la investigación académica sobre Amazonía es muy alta y de muy alta calidad, tenemos muchas décadas de retraso en ese sentido.

¿Cómo mejorar el rol de la academia peruana?

La academia peruana se ha comprado el mito de la modernidad, del desarrollo y del progreso basado en la tecnología y en el avance del ser humano sobre la naturaleza. Eso se expresa, por ejemplo, en el tipo de agricultura que predomina en el Perú, que es una agricultura familiar, pero basada en agroquímicos y monocultivos, y eso lo promueven los ingenieros agrónomos que salen de nuestras universidades. Entonces, la academia se convierte en un reproductor de un mito sobre cómo es que se debe desarrollar el país, que es contrario a la Amazonía. Lo segundo, necesitamos comenzar a contratar más profesoras y profesores que provengan de la Amazonía y trabajen en ella, o que trabajen en la Amazonía y estén apasionados por esta. En un país como el Perú, toda universidad y toda facultad debería ofrecer a sus estudiantes, de todas las carreras, un curso de ecología, de medio ambiente y de diversidad biológica, donde veríamos necesariamente la Amazonía del Perú.

¿Cómo la gente de la ciudad podría actuar por la Amazonía?

Hay cosas que es importante conocer. Una buena parte del agua que bebemos en las ciudades del Perú, y particularmente en Lima, proviene de la Amazonía. El Mantaro, que está en la cuenca amazónica, es trasvasado para darnos de beber en Lima. Además, mucho del agua que proviene de los bosques amazónicos es la que se acumula en los glaciares que luego abrevan a la costa árida del Perú y la sierra peruana. Entonces, nuestra dependencia amazónica es muy fuerte, es cotidiana. Lo más probable es que quien me está escuchando o leyendo, tenga moléculas de agua amazónica en su cuerpo, es un poquito amazónico también. Y quizá es la mejor manera de explicar por qué todos deberíamos preocuparnos por la Amazonía.

Descarga el texto La Amazonía peruana y el cambio climático AQUÍ.

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