En el distrito de Pachacámac se encuentra la finca agroecológica Casa Blanca, una experiencia fundada por Carmen Felipe-Morales ingeniera agrónoma especialista en suelos y su pareja Ulises Moreno ingeniero agrónomo especialista en fisiología ambiental, quienes desde inicios de 1980 promueven el enfoque agroecológico como práctica alternativa en la agricultura del Valle de Lurín. Hasta este lugar se dirigieron las y los participantes del Proyecto ‘Agroecología, pilar de una transición ecológica y social (APTES) – Perú’ de San Juan de Lurigancho, para conocer cómo es posible hacerle frente a una agricultura contaminante con una alternativa libre de pesticidas y fertilizantes químicos y tóxicos.
Sembramos ideas y semillas para cosechar lo que la Naturaleza y la Agricultura Ecológica nos da
Carmen y Ulises
A través de la educación ambiental, entre otras actividades, la finca Casa Blanca muestra las prácticas agroecológicas aplicadas en diferentes ámbitos, siendo el principal el reciclaje para el aprovechamiento de los recursos disponibles. Así, de los cultivos diversos, se obtienen forrajes para alimentar animales menores como los cuyes, de los cuales se obtiene guano que, junto a los residuos de la cosecha, se elabora el compost y, tanto compost como el guano se procesan para obtener bioabonos para los cultivos y, biogás (un combustible limpio) para encender cocinas metálicas y lámparas a gas, una energía para los humanos que habitan la finca. Este esquema de reciclaje constituye una práctica agroecológica puesto que los residuos se transforman reduciendo el impacto ambiental.
Para Amarilda Aquise, vecina de vecina de Cruz de Motupe en San Juan de Lurigancho y participante del Proyecto APTES Perú, es importante tener plantas en casa para el cultivo de alimentos más saludables.
Venimos hace 14 años en visita de estudio del colegio era muy diferente, ahora está más bonito, hay más plantas. Yo soy de Apurímac, allá tenemos un jardín grande, desde pequeña sabemos sembrar, cosechar, sabemos usar el abono del cuy y por eso me interesó venir aquella vez y ahora para que vean mis niños cómo es.
En Casa Blanca, destaca el diseño armonioso entre el cultivo, la crianza de animales menores y el tratamiento de residuos. Así, la práctica agroecológica considera la asociación de policultivos, las rotaciones y la agroforestería como vía para la conservación de la agrobiodiversidad. En este ámbito, es importante el funcionamiento del humedal artificial a base de una plantación de papiros en una poza donde se recepta las aguas servidas y, ya que sus raíces liberan ácidos orgánicos, esta tecnología evita que las aguas contaminadas lleguen al agua del subsuelo, y de esta manera se aprovecha en el uso del riego tecnificado. Por otro lado, Carmen resalta que la finca Casa Blanca es pionera en el uso de un biodigestor de modelo chino con mejoras técnicas gracias al campo de la investigación que también allí se realiza. El biodigestor permite la producción y posterior uso de bioabonos que surgen después de un proceso de descomposición anaeróbica y del cual se obtienen abonos líquidos (biol) como activador del crecimiento y floración y, abonos sólidos (biosol) a partir del estiércol de cuy.
Allá en la sierra mi papá es amante de las plantas, tenemos de todo: duraznos, manzanas, limón, moras, nísperos; verduras también como acelga, nabo, lechuga todo eso. Mi mamá asistía a capacitaciones y le regalaban semillitas para que ella siembre en su jardín y darnos de comer a nosotros.
Amarilda Aquise
Al término de la visita a esta experiencia, las y los participantes pudieron aprovechar de los excedentes que se encuentran disponibles para la venta como frutas y biol. Al despedirnos de Carmen Felipe-Morales, volvimos a San Juan de Lurigancho con más ideas para propiciar la transición ecológica y social que buscamos. Estamos listas y listos para comenzar el ciclo de capacitaciones para la formación de huerteras y huerteros en agroecología para la mejora de la alimentación y calidad de vida de la comunidad.