El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó que en el último mes se registraron 128 incendios forestales en todo el territorio nacional. Asimismo, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, se habrían registrado al menos 1166 quemas durante lo que va del 2019 en Perú.
Sin embargo, los incendios forestales son una realidad constante en el territorio nacional, de acuerdo al Servicio Nacional Forestal (Serfor), entre 2012 y 2016 se registraron 587 incendios forestales en el país, ocasionando pérdidas de hasta 187 mil 605 hectáreas de cobertura vegetal.
Según la autoridad forestal, los incendios se producen principalmente cuando se realizan quemas que se propagan debido al estado del clima y la cobertura vegetal, sin poder ser controladas. Estas prácticas han sido prohibidas por la legislación nacional, sin embargo se utilizan para la renovación de pastos y preparación de la campaña agrícola en la zona andina; y para habilitar espacios de cultivo de productos como palma aceitera, cacao o frutos, en la zona amazónica.
En diciembre de 2018, se aprobó el Plan de prevención y reducción de incendios forestales, periodo 2019 – 2022, bajo resolución 284-2018 – MINAGRI – SERFOR- DE, con un presupuesto de 1 714 620 soles, para ser ejecutados durante los cuatro años.
El plan propone realizar una serie de acciones para prevenir los incendios forestales. Entre estas el análisis de focos de calor, condiciones meteorológicas, topografía; así como el manejo y consolidación de estadísticas de ocurrencia de incendios, identificación de zonas vulnerables y el fortalecimiento institucional para reducir riesgos de incendios forestales.
AMAZONÍA DIEZMADA
Los incendios forestales, no son el único problema al que se enfrenta el territorio amazónico y quienes lo habitan. Según un informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), desde el 2000 al 2018 se perdieron 2 millones de hectáreas de bosques amazónicos debido a la minería ilegal, los monocultivos, la tala ilegal y la construcción de carreteras.
En Loreto desaparecieron 390 mil hectáreas de bosques primarios, principalmente para cultivos de cacao. Mientras que en Ucayali y San Martín se perdieron 719 mil hectáreas para palma aceitera.
Por otro lado, en Madre de Dios desaparecieron 177 mil hectáreas de bosques primarios debido a la penetración de la carretera interoceánica sur y con ella la entrada de mineros ilegales en el territorio.
DAÑOS IRREVERSIBLES
La Amazonía peruana es hogar de 51 pueblos indígenas, que por siglos han habitado y conservado el territorio. Sin embargo, desde el ingreso de actividades extractivas en el territorio, estas poblaciones han visto afectada su vida de manera irreversible.
En la Amazonía norte, los constantes derrames de petróleo afectan la vida de las comunidades cuyo territorio atraviesa el Oleoducto Nor Peruano. Solo en lo que va del año han sido reportados al menos 26 derrames de crudo, sindicados por la empresa estatal Petroperú como responsabilidad de las propias comunidades. Pese a que en 2017 la Comisión multipartidaria para determinar responsabilidad por los derrames de petróleo en el Oleoducto Nor Peruano, del Congreso determinó la responsabilidad de la empresa estatal, su debilidad de respuesta y prevención en estos sucesos.
Las comunidades reclaman acción inmediata del Estado para remediación del área del que depende su subsistencia. En simultáneo, el Congreso de la República debate una nueva ley de hidrocarburos que pretende ampliar su alcance y superar su capacidad de trasvase de crudo, para beneficiar a empresas petroleras que tienen concesiones en el territorio, sin considerar la opinión de las comunidades.
Otra amenaza creciente en la Amazonía es el inicio del proyecto Hidrovía Amazónica, que contempla el dragado de cuatro ríos importantes: Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas, con la finalidad de ampliar la capacidad navegable de estos ríos.
El proyecto ha sido rechazado en distintas ocasiones por organizaciones representativas de los pueblos indígenas, debido a que afectaría la pesca y el curso de los ríos de los que subsisten.