La Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de bosques (REDD+) es un mecanismo o proceso que reconoce el servicio ecosistémico que prestan los bosques, incentivando el reemplazo de la deforestación para mejorar el uso del manejo del suelo. También incluye elementos centrales como la gestión sostenible de los bosques, la conservación de los stocks de carbono, y el aumento de las reservas forestales en los países más vulnerables y en desarrollo.
Por Carolina Camelo
El programa de salvaguardias planteó temáticas como transparencia y mayor información en una plenaria informal y abierta realizada en las instalaciones de la COP20.Diversos países se han reunido para expresar sus posiciones al respecto. Algunos afirman que hace falta más información sobre el uso de estos mecanismos; otros piden mayor transparencia en el proceso.
Posturas como la de Filipinas ahondan en poder tener una mayor guía para garantizar procesos transparentes y efectivos en la aplicación de las salvaguardias. Es de conocimiento común que muchas veces la carencia de información imposibilita la aplicación de estas medidas, haciendo que su progreso se estanque considerablemente. Por su parte la delegación de Ganacontradice las posturas de los demás países insistiendo en que “no se necesita mayor información ni guía sobre este programa porque todo quedó muy bien explicado en Cancún (COP16)”.Dicha delegación aseguró que este programa se ha estado desarrollando con mucho éxito a través de acuerdos bilaterales pero se piensa que es su implementación es muy costosa.
La Unión Europea acata el llamado a difundir mayor información sobre estos sistemas y la manera como se podrían financiar para garantizar el éxito de REDD+a nivel global. “Hay muchas dudas sobre los pagos que deben efectuarse, por eso se debe reforzar el marco de REDD+ teniendo en cuenta las circunstancias nacionales de cada uno de los países y sus capacidades para impulsar el programa”, anotó. La Unión Europa consideró que también se debe ser más selectivo con los tipos de información requeridos y como los países deben recolectar información para posteriormente presentarla en sus proyectos e informes. Por último la coalición del viejo continente considera la posición e Filipinas sobre ofrecer una mayor guía para los años venideros. Estados Unidos también apoya la postura europea enfatizando en la preocupación constante sobre la información ya que cada país tiene una realidad diferente a la de los otros.
Mientras tanto, países como Bolivia, centraron sus ponencias sobre el mejoramiento del marco de este modelo para garantizar su éxito y también una mayor relación con la madre tierra y los pueblos indígenas. Sin embargo, mayores acciones fueron demandas por la delegación de Panamá que pidió agilizar la implementación del mecanismo, teniendo en cuenta los contextos nacionales de cada uno de los países y agregando un análisis póstumo para corregir errores y problemas en el futuro inmediato. A este llamado también se unió la delegación de Camerún, agregando que “se debe armonizar esta implementación con las estrategias nacionales de cada país para reafirmar la integridad social y ambiental de los estados”.
Brasil matizó su discurso pidiendo mayor consistencia y transparencia en los procesos de REDD+ y el apoyo desde el aspecto multilateral aunque esto implique mayores requisitos para los países menos avanzados. Colombia cerró la discusión informal subrayando en que “no se necesita una mayor guía sobre información adicional de este modelo porque todo ha quedado muy claro en Cancún y Varsovia; pero se debe reforzar el marco nacional de cada país para así sacar conclusiones basadas en un monitoreo y evaluación constantes”.