Elaborado por Sociedad Civil por la Acción Climática -Chile
A propósito de la realización de vigésimo quinta versión de la Conferencia de las Partes, desde la
Cumbre Social por la Acción Climática estimamos que la mayoría de los Estados Parte, así como el
gobierno de Chile en su calidad de presidencia de la actual COP 25, no han manifestado una voluntad
real de escuchar y considerar las voces de la sociedad civil en la agenda climática global. Es más, la
indiferencia de los tomadores de decisiones ante las urgentes demandas socioambientales y climáticas
ha tenido como respuesta masivas movilizaciones alrededor del mundo exigiendo profundas reformas
sociales, entre las cuales las demandas por justicia ambiental ha tomado gran protagonismo, en razón
de su directa relación con la necesidad de un cambio radical en modelo de desarrollo imperante.
Como Sociedad Civil por la Acción Climática, plataforma de organizaciones de una región que
históricamente ha sido vulnerada por políticas extractivistas occidentales, manifestamos que no será
posible pensar una política climática ambiciosa y transformadora mientras no se integren en su
creación y ejecución las voces de todas y todos aquellos quienes habitamos este planeta, con especial
atención respecto de aquellos afectados cotidianamente en sus territorios por las consecuencias de la
crisis climática; de los pueblos originarios, indígenas, tribales y afrodescendientes, que cargan en su
historia valiosos saberes y; de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que deberán cargar con las
decisiones de los agentes políticos del presente, muchos de los cuales aún se niegan a escuchar a la
ciencia, y que no han sido capaces de tomar las medidas que ha exigido en reiteradas ocasiones el
panel de expertos de la ONU de Cambio Climático (IPCC).
La decisión unilateral del Gobierno de Chile de suspender la COP 25 y trasladarla a España, es solo
un ejemplo más de la actitud displicente con que los tomadores de decisiones se han aproximado a la
sociedad civil durante las últimas décadas, lógica que hemos visto repetida a lo largo de América
Latina y el Caribe en la aprobación de políticas y proyectos que amenazan el futuro de nuestros
ecosistemas y territorios. Ahora, la COP que prometía ser una nueva oportunidad para poner el énfasis
en las urgentes demandas climáticas de nuestra región, corre el riesgo de perder su espíritu
latinoamericano y de ver alteradas sus negociaciones, priorizando la comodidad de los principales
contribuyentes al aumento global de las temperaturas.
Casos como los incendios forestales en Amazonia y Chiquitania; la extracción desmedida de litio en
territorios de Bolivia y Chile; el creciente fracking en Argentina; la precarización y vulneración
transversal de los derechos de soberanía de nuestros pueblos originarios; y la progresiva privatización
de nuestros bienes comunes, la muerte de cientos de defensores y defensoras de la Madre Tierra de
la mano de compañías criminales; son casos que, si bien aquejan a nuestra región desde hace años, el
sistema imperante ha consolidado y legitimado a niveles simplemente insostenibles.
Porque estamos seguros de que las decisiones se deben tomar en los territorios y no en los escritorios,
decimos fuerte y claro: nunca más sin nosotros. Como sociedad civil de América Latina tenemos el
derecho a participar en la toma de decisiones frente a temas que conciernen nuestra capacidad de
tener una vida digna, incluso si las instancias institucionales de deliberación son trasladadas fuera de
nuestro continente. En un momento de alta efervescencia social para nuestra región, manifestamos en
este documento ciertos temas que, desde la Cumbre Social por la Acción Climática, creemos deben
orientar el espíritu de las negociaciones, y recalcamos la necesidad de una acción climática organizada desde los territorios del Sur Global frente a la crisis climática y ecológica.
El documento completo AQUI
Manifiesto Latinoamericano Por El Clima by Gloria Alvitres Aliaga on Scribd