A nueve días de declarada la emergencia sanitaria a nivel nacional, Wrays Pérez, pamuk del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, se prepara para viajar. El líder indígena prevé visitar Morona, distrito loretano perteneciente a la provincia de Datem del Marañón. La idea es coordinar acciones de resguardo territorial para hacer frente a la pandemia que ataca al mundo.
Desde La Poza, un centro poblado que alberga la municipalidad del distrito fronterizo de Río Santiago, en Amazonas, Pérez expresa preocupación por los casos de contagio por COVID-19. No solo por los 416 casos confirmados en Perú, también por el incremento de casos en Ecuador, en especial en territorio del pueblo shuar con quienes colindan.
En Ecuador hasta hoy se confirmaron 1049 casos positivos de contagio de COVID-19, de estos 6 se encuentran en la provincia de Morona Santiago, que colinda con territorio wampis. “Sucua está como a 3 o 4 horas en carro desde la última comunidad nativa en territorio wampis”, señala Wrays.
CIERRE TERRITORIAL
Una de las medidas que decidieron tomar, en coordinación directa con la municipalidad provincial de Condorcanqui, fue el cierre de fronteras. Con el apoyo de policías y militares decidieron controlar el ingreso y salida de personas en la frontera con Ecuador y en el centro poblado wawas en la carretera Bagua – Nieva.
Sin embargo, hay un tercer punto territorial que preocupa a Wrays, el límite con los pueblos achuar y chapra, en el distrito de Morona. Por ello debe viajar para coordinar la protección de esa zona. “Se sabe que en Iquitos ya hay más de 10 casos, puede pasar a San Lorenzo y luego a Saramiriza”, apunta el pamuk.
“Esta pandemia es peligrosa, si llegan a haber casos acá va a ser muy duro para nosotros por eso debemos prevenir”, apunta el líder, que se encuentra buscando aliados para monitorear a las comunidades.
SISTEMAS DEFICIENTES
Al igual que en otras zonas de la Amazonía, el sistema de salud estatal en el territorio wampis es deficiente. Según comenta Wrays, se cuentan con 12 postas médicas para un total de 60 comunidades.
“No hay personal suficiente para atender una pandemia como esta; solo hay 2 personas por posta, sin equipos, sin implementos, sin medicamentos”, explica Pérez. Por ello, el líder señala que se necesitan médicos y retomar las campañas de vacunación contra el neumococo. Asimismo, en caso se conformen brigadas sanitarias móviles, deben estar bien equipadas con equipos y con pruebas rápidas para las comunidades.
“Si esto hubiera ocurrido en las comunidades amazónicas, poco le hubiera interesado al Estado atender estos casos. Pero como ahora les ha tocado, están haciendo lo que puede”, reflexiona el pamuk wampis.
PREVENCIÓN
“Sabemos que los casos más graves están en Lima y que si se extiende a todo el país será incontrolable y eso es lo que no queremos”, indica Wrays. Por ello, buscan ayudar a que las comunidades wampis se preparen, con la meta de que no haya ningún contagiado por COVID-19 en el territorio.
Así, en la radio de la Nación Wampis circula a diario un spot trabajado con el Ministerio de Cultura, que informa sobre el COVID-19 y formas de prevenir el contagio. “Tenemos que informar a las comunidades, y evitar que ingrese mala información”, explica Pérez.
Hasta el momento, las comunidades de esta zona de la Amazonía continúan con sus actividades normales. Pero en caso hubiera un contagio, las casas no estarían adecuadas para realizar un aislamiento social como en las ciudades. Por ello han considerado medidas extremas, “hemos pensado incluso en movernos más hacia la cordillera, lo que implicaría abandonar por un tiempo las comunidades; pero esta sería la última alternativa”, señala.
“Tenemos que mirar con mucha seriedad esta pandemia, porque van a venir más. Estas enfermedades vienen de la mano del hombre, que está destruyendo la naturaleza”, apunta Wrays Pérez y confía en que Arutam (el espíritu del bosque), los proteja por siempre haber protegido el bosque.