Durante el foro público “Transición energética y los combustibles fósiles bajo tierra” realizado en la ciudad de Cusco el pasado 20 de mayo, las organizaciones e instituciones presentes acordamos, que se inicie un debate en torno a la transición energética de carácter justa, popular y participativa en el país como una respuesta a la crisis climática cuyos impactos ya se sienten en la región sur. Durante el foro se dio a conocer cómo el cambio climático viene afectando al Cusco debido a que sobre los Andes se ha observado un aumento de la temperatura de 0.13 C por década entre 1950 y 2010, lo que ha generado que se pierda parte importante de la superficie glaciar en nevados como el Vilcanota que ha perdido casi el 50%, el Vilcabamba 61%, el Urubamba 69% y el Huanzo casi el 93%. En el peor de los escenarios del cambio climático, a fines de siglo sólo podría quedar entre 1 y 5% de la superficie actual de glaciares.
Un aumento ligero en la temperatura ocasionará graves impactos a la actividad agrícola, a la ganadería y a la seguridad alimentaria, ecosistemas y, biodiversidad. El escenario se agrava porque el Gobierno no está destinando los presupuestos necesarios para implementar medidas de mitigación y adaptación en los territorios regionales y locales, razón por la que instamos al gobierno central a tomar acciones inmediatas frente a esta crisis climática.
La razón principal de que el calentamiento global se haya acelerado en los últimos años es la persistencia en el uso de combustibles fósiles, por lo que científicos a nivel global recomiendan a los gobiernos reducir por lo menos 45% de emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 2030, para que la el aumento de la temperatura del planeta se mantenga por debajo de los 2° y así evitar una catástrofe mundial.
A partir de estos hallazgos se considera de vital importancia apoyar una campaña global para que se implemente un Tratado de no proliferación de combustibles fósiles, y que los gobiernos asuman esta tarea de manera obligatoria, lo que llevará también a plantearse la necesidad de usar energías más limpias y reducir la contaminación del planeta.
El Cusco cuenta con una geografía privilegiada para poder realizar una transición energética hacia fuentes más limpias y renovables. La alta radiación en la zona sur del país es perfecta para aprovechar la energía solar y encontrarnos dentro del cinturón de fuego del pacifico nos da una oportunidad única para aprovechar la actividad volcánica a través de la energía geotérmica, además cuenta con el Gas Natural de Camisea, que utilizado de manera responsable, racional y priorizando el uso nacional, tiene el potencial para ser un combustible que permita sostener el proceso de transición, hasta lograr llegar a la meta de dejar los combustibles fósiles bajo tierra.