Muchos de los árboles donde vivía el caracol hawaiano fueron deforestados, las condiciones del clima también cambiaron dramáticamente. El desenlace inevitable fue su extinción, el último caracol de esta especie vivía en Universidad de Hawái. Murió el 1 de enero del 2019.
Este molusco, característico de los bosques de la isla estadounidense, llevaba varias décadas en peligro de extinción. Tanto que en 1997 los diez últimos ejemplares que quedaban en la naturaleza fueron llevados hasta la universidad en la que más tarde nacería George. Lamentablemente, tanto aquellos diez moluscos iniciales como las crías que nacieron más tarde murieron a causa de una enfermedad de origen desconocido, dejando al pequeño caracol solo en el mundo. Ahora, con su muerte, el planeta tiene una especie menos. Se convierte así en la primera en desaparecer en este 2019; aunque, por desgracia, lo más probable es que no sea la última. A parte del cambio climático, otro problema que tuvo que enfrentar esta especie ha sido la introducción de otras invasoras, como el caracol africano, que terminó por desplazar a la especie nativa.
La extinción de especies nos pone en alerta este 2019, ya que los informes de especialistas han señalado que con el aumento de temperaturas se ha proyectado un escenario global con más desaparición de plantas y animales. Por ello, surge la necesidad limitar el incremento de temperatura por debajo de los 2 grados y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Aunque países potencia como EE.UU. y Brasil sabotearon varios acuerdos en la última cumbre climática, se espera que los Estados asuman políticas para la disminución de emisiones.
Las decisiones que se toman en materia ambiental están afectando seriamente los ecosistemas. En solo dos años, ya son 10 animales extintos entre los que figuran: Tortuga gigante de Seychelles, el tigre de Bali, el rinoceronte negro occidental, la rana dorada, entre otros.
con información de Hipertextual
foto: Referencial/Getty
