Las organizaciones internacionales siguen con mucha preocupación lo qué sucede en Chile, en especial lo relacionado con la crisis política y social. Luego que el Gobierno subiera el alza de la tarifa del Metro, se desencadenaron protestas en varias partes de la ciudad ante dicha medida. Esta molestia también se fundamenta en la inequidad social y la privatización de servicios básicos de toda la ciudadanía.
El descontento de la gente aumentó cuando el fin de semana el gobierno de Chile decretó el estado de emergencia por la grave alteración del orden público y la seguridad en 5 regiones, lo cual implica que las fuerzas armadas tomen el control y puedan velar por el orden público.
Estas medidas pone en riesgo la realización de dos importantes cumbres: la APEC, que se desarrollará del 16 al 17 de noviembre, y la COP25, que se desarrollará del 2 al 13 de diciembre, ambos a organizarse en Santiago de Chile.
Las movilizaciones y las protestas siguen en aumento, y para el 23 de octubre los sindicatos y los movimientos sociales han convocando a un paro nacional. Parte de las demandas exigen al gobierno que ponga fin al estado de emergencia y se retome el dialogo.
Por otro lado, la Cumbre de los pueblos de Chile se ha pronunciado contra las acciones de represión del gobierno con el siguiente comunicado