Producción audiovisual sobre la minería ilegal en Madre de Dios
Bernie Moreno Rivera
Un grupo de pobladores trabaja todo un día en el río contaminándose con mercurio para obtener una pepita de oro, S/.100 para cada uno. El bosque que acaban de estropear demorará entre 300 y 500 años en volver a crecer. Así de cruda es la realidad que retrata el documental Oro Amazónico, dirigido por Reuben Aaronson que fue proyectado en Voces por el Clima.
El documental de 2012 narra el viaje de dos periodistas estadounidenses por la selva de Madre de Dios, guiados por el biólogo y activista ambiental peruano Enrique Ortiz. Oro Amazónico detalla la destrucción de la selva amazónica a mano de los mineros ilegales, los cuales extraen todos los días US$100 mil del río Madre de Dios.
Según información del documental, cada año se emiten 100 toneladas de gases provenientes del mercurio a la atmósfera. Asimismo, el precio internacional del oro sextuplicó en los últimos diez años. Por ello, la minería informal es una actividad que seduce cada vez más a los pobladores de la selva, lo que también origina migraciones desde la zona andina.
La otra cara del problema
Para el líder indígena ecuatoriano Manani Ushiba, los mayores responsables de la deforestación de la selva son los países desarrollados. Ushiba, quien se mostró muy sentido por las imágenes del documental, culpó al actual modelo de desarrollo económico. La pobreza es la que obliga a estos mineros artesanales a depredar el ambiente, señaló.
Por su parte, el periodista y antropólogo Gabriel Ardiarán dijo que el principal culpable de la deforestación de la amazonía es el propio estado. “[El documental] solo muestra un lado del problema. El Estado ha entregado mil concesiones mineras superponiéndose a comunidades indígenas”, afirmó. Además de la minería ilegal, señaló que el lobby petrolero es una mafia “de saco y corbata” que también se debe combatir.