El presidente Pedro Castillo participó en la Asamblea de la ONU y en su discurso incluyó la problemática del cambio climático. Siendo el Perú, un país megadiverso y teniendo ecosistemas frágiles que pueden ser afectados por los aumentos de temperatura, los expertos señalan que es necesario tomar acciones para hacerle frente a emergencia climática.
En su mensaje el presidente señaló que declarará la Emergencia climática en el Perú. «El Perú asume la meta de convertirse en un país de carbono neutral al 2050, reducir las emisiones de gases de dióxido de carbono del 30% al 40% respecto de lo proyectado para el 2030. El gobierno declarará la Emergencia climática nacional» afirmó en su discurso.
Se refirió a los acuerdos internacionales y exhortó a los países más industrializados que asuman su responsabilidad. «La acción humana sin respeto por la naturaleza nos ha llevado a la destrucción del planeta. En necesario limitar el aumento de las temperaturas del 1.5 a 2 grados, objetivo del Acuerdo de Paris», aseveró.
«La desertificación sigue arrasando los bosques especialmente en la Amazonía y los efectos del cambio climático son cada vez más devastadores. Ha llegado el momento de replantear nuestras actividades para lograr un desarrollo sostenible en armonía con el planeta», añadió Castillo. En Twitter las organizaciones ambientales saludaron esta decisión y consideran que se tiene que trabajar una política efectiva al respecto.
Por su parte, coordinador nacional del MOCICC, Henry Córdova afirmó que es importante que el Perú asuma este momento de emergencia climática. «Esperamos que con esta declaración se abra un diálogo para el desarrollo de la agenda climática en el país con la implementación de las medidas de adaptación y mitigación, y que se asignen los presupuestos necesarios», afirmó.
Organizaciones internacionales como CAN LA también se han pronunciado ante la necesidad del aumento de ambición climática por parte de los países en América Latina. Han resaltado que «hasta la fecha, solo 13 países de la región presentaron las actualizaciones de sus NDC. Sin embargo, existen dudas sobre su efectividad. Deben realizarse estimaciones por país para evaluar si las nuevas NDC son realmente más ambiciosas. Asimismo, los gobiernos deben seguir mejorando los niveles de compromiso antes de la COP26, como también incluir un marco de transparencia, acceso a la información y participación de todos los actores de la sociedad civil como lo establece el Acuerdo de París. Para que contribuyan en la operatividad de los mismos, los aspectos sociales y la implementación de los compromisos han de ser efectivos e incorporarse en la política, en los planes y en las estrategias nacionales de cambio climático».
Otro de los puntos que ponen de relevancia es que que se debe dejar de «financiar proyectos extractivos de combustibles fósiles, minería, agroindustria, que son la causa principal del deterioro de la naturaleza y el calentamiento global. Con estas apuestas extractivas se pone en riesgo los ecosistemas como los glaciares, la Amazonia, los océanos y la biodiversidad».
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