Desde que el Perú entró en cuarentena a causa de la infección por covid-19, el Gobierno ha señalado que se va asegurar que los alimentos y productos de primera necesidad lleguen a los hogares. Eso significa que los agricultores y agricultoras siguen trabajando en el campo y enviando productos a las ciudades, en una de las labores esenciales para la supervivencia. Solo en un día en el mercado de productores ingresaron 10 mil toneladas de frutas, verduras y tubérculos señaló el presidente Martín Vizcarra. Las autoridades elogian al agro, sin embargo, según organizaciones como la Confederación Nacional Agraria (CNA), la agricultura familiar sigue siendo maltratada, está a la deriva, sin políticas claras.
El 2018, el Banco Mundial reconoció la importancia del sector agrícola en el Perú. “En definitiva el crecimiento del sector agrícola ayuda a diversificar la economía y reducir la dependencia en las industrias extractivas no renovables, y puede ser un gran impulsor de la reducción de la pobreza en el Perú.” acotó Alberto Rodríguez, Director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador Perú y Venezuela.
Ha sido, en medio de esta cuarentena para prevenir el crecimiento de la infección por covid-19 que el rubro de alimentos es clave para sostener la economía nacional y mantener a las familias saludables. El Ministro de agricultura, Jorge Montenegro, ha señalado que el abastecimiento está garantizado en el Perú y se anunció el día 24 de marzo que se generarán mecanismos para evitar el alza de precios de los productos; ya que en los primeros días de la Emergencia, los precios de alimentos como el limón y el ajo se duplicaron.
“La propuesta que se tiene sobre mercados itinerantes es asumir el costo del flete, por parte del Ministerio de Agricultura y Riego, lo cual ayudaría tremendamente a que el productor pueda trasladar sus productos y buscar precios justos para las zonas urbanas”, comentó el Ministro a la Agencia de noticias Andina.
Sin embargo, los agricultores consideran que hasta el día de hoy tienen problemas para la venta de productos. Romualdo Horqque Tejeira de CEDEP Ayllu señaló a MOCICC que en el distrito de Accha en Cusco los productos no han podido llegar a la capital de la región porque los intermediarios no llegan a zona, por las medidas de seguridad y el toque de queda. Como aún no se generan los mecanismos para impulsar la venta directa desde los agricultores locales a los mercados, los productos se están quedando en el campo, afirma.
Cabe señalar que la mayoría de familias en el campo peruano practican la agricultura de subsistencia. En el Perú, el 30% del territorio nacional está destinado al uso agrícola y agropecuario, siendo la agricultura familiar la que predomina sobre otras formas de agricultura. Según un censo realizado en el 2012, los agricultores y agricultoras familiares representan el 97% de los más de millones de unidades agropecuarias en todo el país. En la Agricultura Familiar laboran más del 83% de los trabajadores agrícolas, pero venden su producción a bajo precio y se enfrentan a los problemas climáticos y plagas sin mayores apoyos de las instituciones.
Por otro lado, esta suficiencia alimentaria es la que permite que comunidades, centro poblados, distritos cerrar sus accesos a turistas y citadinos ante el peligro de enfermarse. El intercambio de productos o trueque como se conoce, así como las prácticas ancestrales de conservación de alimentos: deshidratación de la papa, harinas, secado de maíz, por ejemplo, son formas que aportan mucho a las familias en tiempos de Emergencia como la que atraviesa el país.
Por su parte, Marcelino Bustamante, secretario de actas y documentos de la Confederación Nacional Agraria (CNA) afirma que “la agricultura es el sostén de nuestro pueblo, en el campo seguimos trabajando, pero los agricultores siguen atravesando los mismos problemas. No son sujetos de crédito, ni tienen apoyo con su producción”. Agrega que en el caso de Ancash y otras regiones productoras, son los intermediarios los que ganan y se aprovechan para elevar precios. En el campo, por ejemplo, el kg. de papa puede estar entre 50 céntimos o máximo 80 céntimos, que se vende en dos soles en las ciudades. Corresponde que el gobierno lo regule y viene sucediendo desde antes de la crisis, afirmó a MOCICC.
Situación complicada del agro
El año pasado (2019) los agricultores realizaron movilizaciones en varias regiones, entre sus demandas figuraban que se implemente la Ley de la Agricultura Familiar que permitiría que se otorgue el 10% del presupuesto que los gobiernos regionales y locales invierten en agricultura. Otro de los pedidos del sector fue que se apliquen medidas de protección al agro nacional, tales como maíz, papa, algodón y a los pequeños productores de caña de azúcar y palma.
Luego de la medida de fuerza, Marcelino Bustamante comentó que el Ministro de agricultura y los viceministerios se reunieron con las federaciones y se crearon hasta seis mesas de trabajo, se realizaron varios acuerdos para beneficiar a los agricultores. Sin embargo, con la crisis política y los cambios en el Gobierno; las reuniones fueron suspendidas y los acuerdos quedaron en nada. “Son años que llevamos exigiendo mejoras”, declaró.