Los días 12 y 13 de octubre, el distrito de Chazuta en la región de San Martín se realizó la I Escuela Ambiental Amazónica, un evento organizado por el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC) junto a la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa de Chazuta Amazonas (FEPIKECHA). Este espacio formativo reunió a más de 30 jóvenes y adolescentes indígenas de la región con el objetivo de fortalecer su liderazgo y empoderamiento en la defensa de sus territorios y en la lucha contra el cambio climático.
El objetivo: empoderamiento juvenil e identidad
El propósito de la escuela fue crear un espacio donde los jóvenes puedan aprender sobre la crisis climática y trabajar en el fortalecimiento de su identidad indígena. A través de una metodología dinámica e intercultural, los participantes no solo recibieron información teórica, sino que también tuvieron la oportunidad de explorar nuevas formas de activismo mediante el arte, la música y la literatura.
Carlos Lozano Suárez, secretario de juventudes de FEPIKECHA, destacó la importancia de este encuentro para los jóvenes indígenas: «Este espacio nos permitió conocernos y compartir nuestras experiencias como jóvenes activistas. Hemos trabajado temas clave como los derechos territoriales y el cambio climático, consolidando conocimientos que nos ayudarán a defender nuestros territorios. Este es solo el inicio de un proceso formativo que fortalecerá a nuestra comunidad».
«Los talleres interculturales son fundamentales para empoderar a las jóvenes lideresas. En esta escuela, usamos metodologías innovadoras, como el rap y la pintura, lo que hizo que los participantes se sintieran más identificados y comprometidos con su rol como defensores de la Amazonía», aseveró Marisol García, presidenta de FEPIKECHA.
Desarrollo del activismo juvenil
Durante los dos días de trabajo, los jóvenes participantes de las federaciones FEPIKECHA y Federación de Pueblos Indígenas Kechwas del Bajo Huallaga San Martín (FEPIKBHSAM) abordaron temas esenciales como los derechos colectivos, territoriales, identidad y cambio climático.
Además, contaron con la participación de expertos como la abogada Cristina Gavancho del Instituto de Defensa Legal (IDL) y Luna Contreras del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), quienes ofrecieron un análisis detallado sobre la importancia de la defensa del territorio desde una perspectiva legal y comunitariaUna de las actividades más destacadas fue la creación de una canción de rap centrada en la conservación de los bosques, donde los jóvenes plasmaron sus experiencias y el valor de los saberes ancestrales. También escribieron historias sobre las plantas tradicionales, los mitos locales y los conocimientos transmitidos por sus abuelos, fomentando un sentido profundo de identidad y pertenencia.
Carlos Lozano mencionó lo crucial que es generar espacios donde los jóvenes puedan participar activamente: «A menudo, los jóvenes son marginados o no se les toma en cuenta en las decisiones políticas. Esta escuela nos dio la oportunidad de expresar nuestras opiniones, conocer a nuestros líderes y proyectar nuestra voz en espacios internacionales».
El impacto y el futuro de la escuela
Para Marisol García, la escuela no solo representó una oportunidad de aprendizaje, sino una visión de futuro para la juventud indígena: «La escuela ambiental ha sido el inicio de un camino hacia la formación de líderes indígenas comprometidos con la defensa de sus territorios. Es necesario dar continuidad a estos espacios y seguir formando a jóvenes para que se conviertan en los defensores de la Amazonía y el cambio climático».
Ambos líderes coinciden en que la continuidad de este proyecto es esencial. MOCICC y FEPIKECHA ya están trabajando en la organización de una segunda edición de la escuela, que se proyecta para el próximo año. Marisol García mencionó que, junto con IDL, se está evaluando la inclusión de temas legales en la formación de los jóvenes, para que tengan las herramientas necesarias para defender sus territorios.
Proyecciones para el futuro
La I Escuela Ambiental Amazónica ha sido un éxito en términos de participación, formación y compromiso juvenil. Tanto los organizadores como los jóvenes participantes ya han comenzado a proyectar sus próximas acciones, con la creación de una agenda joven que refleje las necesidades de la juventud indígena y su papel en la defensa del medio ambiente.
«Queremos una juventud activa, con voz, que pueda tomar decisiones y participar en el desarrollo de nuestras comunidades. Este espacio ha sido una plataforma para proyectarnos y trabajar juntos. Queremos que la juventud sepa que la sociedad nos necesita», concluyó Carlos.
La Escuela Ambiental Amazónica continuará siendo un punto de encuentro y aprendizaje para los jóvenes líderes y lideresas indígenas que buscan ser agentes de cambio en sus comunidades.