En los espacios donde se debaten alternativas para afrontar la crisis climáticas es cada vez más
frecuente que se mencione la “transición energética”, lo que ha llevado a tener diversos abordajes
de esta, de cómo debe ser, quiénes deben estar involucrados y cuál debería ser su enfoque. Así, la transición energética como término y proceso se encuentra en disputa, ya que los grupos de
poder económico y los países del norte global han procurado cooptar el término para responder
a sus intereses, alimentar narrativas hegemónicas y continuar con un crecimiento desmedido.