- América Latina tiene el más grande e importante potencial de generación de energía del planeta, asegura experto en cambio climático.
El especialista en energías renovables, y coordinador Nacional del Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático (MOCICC), Antonio Zambrano, nos responde por qué y cómo una transición energética puede reactivar la economía en el marco de la pandemia, producida por la COVID-19, tomando en cuenta un enfoque comunitario que beneficie a los pueblos.
Para el politólogo, el principal desafío para transitar a energías renovables es la voluntad política de un país.
Antonio Zambrano conversó con Mocicc
—¿Cuál sería la forma adecuada para realizar una transición energética, donde la energía sea entendida como un bien común y no como una mercancía?
Para hacer una transición energética que sea verdaderamente democrática, tenemos que tener en cuenta para qué, para quién y a quiénes permitimos generar energía. El sol no se puede monopolizar, el viento tampoco y es sumamente fácil que si la gente accede a un poquito de tecnología pueda generar su propia energía.
Entonces, a partir de allí tiene que escalar la política nacional. En otros países, cuando compras una casa, se permite, por ejemplo, decidir a cuál de las múltiples empresas generadoras puedes comprarle electricidad y puedes decidir si es un poco más caro o más barato producirla o consumirla. Se puede hacer aquí, pero existen retos técnicos, que no son tan difíciles, y retos políticos que son enormes.
—¿Qué beneficios recibirá nuestra economía si se da inicio a esta transición energética justa y popular?
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y otras organizaciones internacionales, existen fórmulas efectivas para salir de la crisis impulsando procesos verdes. Esto implica, por ejemplo, crear políticas que den empleos verdes. En el Perú podría ser clave. Hemos caído más del 10% del PBI. Por ello, es necesario pensar de qué formas vamos a estimular nuestra economía y no hay mejor forma que promover una industria con energías renovables, pero no solo eso, sino también que la economía se pueda dinamizar a través del comercio de autos eléctricos, paneles solares.
Si Estados Unidos y Europa ya se plantean planes o propuestas de transición verde, siendo estas economías extremadamente complejas, —profundamente controladas por el sistema financiero internacional—, ¿por qué economías tan extremadamente pequeñas —como la peruana, boliviana o brasileña—, no podrían hacerlo? Esa es la gran pregunta. Solo nos atan las trabas políticas y lobbys que impiden este proceso.
—¿Cómo entender esta transición energética en un contexto de pandemia producido por la COVID-19?
América Latina tiene el más grande e importante potencial de generación de energía del planeta. Solo dentro de nuestras fronteras, tenemos para abastecer hasta tres o cuatro veces, el consumo global de electricidad del planeta. En el Perú solamente usamos el 5% de nuestra energía, y viene de energías renovables no convencionales. En la región ya llegamos a más del 12%. O sea, el promedio latinoamericano nos duplica, y casi nos triplica en el proceso de generación de energía. Estamos muy rezagados.
Nuestras principales fuentes son fósiles y están atadas a muy pocas empresas. Hay que mencionar que la Amazonía y el litoral peruano están siendo profundamente impactados por el petróleo. El futuro plantea la necesidad fundamental de dejar más de la mitad de todas las fuentes probables y probadas de petróleo bajo la tierra. Si extraemos todas las fuentes que tenemos, simplemente colapsarán los ecosistemas del planeta.
El sector transporte se posiciona como una de las actividades más importantes en el consumo de energía, y de gran impacto ambiental ¿Qué puede hacer la transición energética para solucionar este problema, que es el que más afecta a nuestro país?
Se tienen que elaborar políticas de desincentivo del uso del transporte individual por políticas que incentiven el transporte masivo electrificado. No hay que olvidar que en cualquier ciudad y país en donde más del 10% o 15% de la población usa transporte individual, está propensa a colapsar físicamente por el espacio que ocupan varias toneladas de plástico que representa el auto, a diferencia del transporte ferroviario o el transporte en bus. Es por eso que debemos pensar, no solamente en descontaminar, sino en hacer más eficiente, procurando ver tiempos y calidad humana y ver procesos de acceso para todos y todas.
—El documento “Sociedad y energía”; indica que las mujeres tienen un rol importante en la energía, pero que al mismo tiempo son invisibilizadas por la brecha energética y patriarcal. ¿Cómo convertirlas en agentes de cambio?
En el momento que se profundicen los impactos del cambio climático en nuestro territorio nacional, la primera línea de combate justamente va a estar en los hogares. Es fundamental que las mujeres tengan roles más importantes en la gestión de los terrenos en las zonas rurales, en reconocer el trabajo no remunerado que se hace dentro de los hogares para la sustentación de los alimentos, porque como ya hemos visto, en una crisis sanitaria pasa lo mismo que en una crisis climática. Nos tenemos que replegar y pensar en ellas.