A través de un memorial firmado el 30 de enero, 69 indígenas awajún, entre jefes de comunidad, orientadores/as y maestras ceramistas del distrito de El Cenepa (Amazonas), comunicaron al Gobierno sus acuerdos sobre tres asuntos de gran importancia para el contexto actual: la construcción de carreteras, la amenaza minera y la atención en salud.
En el documento denuncian el abandono de las instituciones públicas en contexto de la pandemia y el incumplimiento de los protocolos sanitarios por las autoridades municipales que agravó los contagios. Señalan además que existe desinformación sobre las vacunas y sus efectos en la salud de la población.
Los dirigentes de las comunidades y madres ceramistas solicitan fondos para producción agropecuaria, reforestación y apoyo a las mujeres ceramistas. Asimismo, demandan obras de agua, saneamiento y electrificación.
El documento se dirige a la Presidenta del Consejo de Ministros, la Defensoría del Pueblo de Amazonas, el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el Ministerio de Cultura, la Coisión de Pueblos del Congreso y autoridades provinciales.
PREOCUPACIÓN POR PROYECTO VIAL
El primer punto que abordan es en torno al proyecto vial Urakusa – Huampami, dicho proyecto inició un proceso de consulta previa en 2019, promovido por la Municipalidad Provincial de Condorcanqui. En el proceso se consideró la participación de 8 comunidades nativas del distrito de El Cenepa.
En enero de 2020, la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC) denunció irregularidades en el proceso, ya que no se consideró a las organizaciones representativas de los pueblos indígenas en la consulta y se dejaron fuera comunidades nativas que también serían afectadas por la construcción de ese tramo de la carretera, como Shapuin, Nuevo Tutino y Dase Nain.
Los dirigentes reunidos en Mamayaque señalaron además que sus propuestas no fueron incluidas, como la reparación por daños ambientales que dejaría la carretera. Señalando que no existe voluntad de diálogo de parte de la Municipalidad provincial de Condorcanqui.
Asimismo mostraron preocupación por los impactos sociales, territoriales y culturales que podría generar la ejecución del proyecto, entre ellos la pérdida de bosques y terrenos de cultivo, el ingreso de personas foráneas al territorio y de economías.
Por ello, acordaron rechazar la construcción del proyecto vial Urakusa – Huampami
CONFLICTOS POR MINERÍA ILEGAL
Los apus reunidos acordaron anular las actividades mineras en el río Cenepa y solicitar interdicción de estas actividades. Revelaron que existe preocupación por la contaminación de las aguas que hace peligrar la vida en las comunidades.
En el documento además señalaron que la actividad minera genera problemas sociales como la prostitución y la corrupción. Ya que en algunos casos, las decisiones se toman de espaldas a la comunidad y las invitaciones a los mineros llegan por los docentes o los propios apus.
Los apus rechazaron además las amenazas a los dirigentes y ex dirigentes de ODECOFROC, Zebelio Kayap, Agoustina Mayan y Hortez Baitug. Al respecto, la especialista Marlene Castillo, señala que en enero de este año se generó un conflicto en la zona después que la emisora Kumpanam, de ODECOFROC incluyera información sobre la minería aluvial como actividad ilegal, luego de ello se produjo un enfrentamiento en la comunidad de Nuevo Kanam contra la instalación de dragas. EL 27 de enero los dirigentes Zebelio Kayap, Agoustina Mayán y Hortez Baitug recibieron amenazas contra su vida
En un artículo para Vigilante Amazónico, Castillo explica que la minería aluvial aurífera en la zona empezó desde hace 10 años en el río Marañón, en un tramo próximo al río Cenepa, en la comunidad Nueva Vida. “Se trata de la extracción de oro mediante dragas (hidráulicas) que funcionan por succión de agua-sedimentos del fondo de la ribera del río, que luego separan hasta obtener el oro crudo por medios mecánicos y aplicando agua con mercurio, para finalmente refinarlo”, señala.
LEA EL MEMORIAL AQUÍ.
